viernes, 9 de abril de 2010

Posmoderno

Una sociedad transparente

Lo posmoderno se expresa en la sociedad de la comunicación y las tecnologías de la información. Se habla de lo posmoderno porque la modernidad en sus aspectos esenciales ha concluido. Describe las nociones de modernidad: “es la época en la que el hecho de ser moderno se convierte en un valor determinante”. Cita la significación del ser reaccionario dado que desde el punto de vista de la modernidad el ser reaccionario se halla asociado a los valores del pasado. La historia se concibe entonces desde el iluminismo como un progresivo proceso de emancipación, como la realización cada vez más perfecta del hombre ideal. En este sentido se asigna mayor valor a aquello que se encuentra más avanzado. La historia es vista como un proceso unitario. La modernidad llega a su fin cuando ya no se puede hablar de la historia como algo unitario. La historia se ubica entonces en un centro en torno del cuál se ordenan los acontecimientos. Redunda el autor en un análisis mediante el cuál describe la existencia de la historia a través de quienes pueden escribirla, dominando su proceso histórico, planteándose a sí mismos como centros del devenir de los acontecimientos. Interpretaciones que desde un lugar determinado se concentran para la continuidad del dominio en el proceso de la historia. Interpretando a W. Benjamin en su idea de que la historia como curso unitario es una representación del pasado construida por los grupos y clases sociales dominantes. “Los pobres no hacen historia”. Plantea entonces que no hay una historia única hay imágenes del pasado interpretadas desde diversos puntos de vista y es ilusorio pensar que haya un punto de vista supremo capaz de unificar todos los restantes. Asimila entonces la idea de historia a la de progreso en el modernismo, los positivistas y los historicistas ven que el sentido de la historia se encuentra en la realización de la civilización. Las historia se piensa entonces como un punto de vista organizado desde Occidente. La modernidad se plantea entonces como horizonte que todos los hombres del mundo lleguen al ideal que coincide con el modelo del hombre moderno europeo.

La concepción unitaria de la historia, la crisis de la idea de progreso y el fin de la modernidad: el ideal europeo de humanidad se devela como un ideal más entre otros. Las rebeldías y los conflictos emergentes del mundo subdesarrollado lo ponen en tela de juicio.

Que en el nacimiento de una sociedad posmoderna los masmedia desempeñan un papel determinante.

Que éstos caracterizan tal sociedad no como una sociedad más transparente más consciente de sí misma, más iluminada, sino como una sociedad más compleja, caótica incluso.

Que precisamente en este caos relativo residen nuestras esperanzas de emancipación”.

Los medios de comunicación de masas han sido “determinantes” para la imposibilidad de pensar la historia como un curso unitario. Los medios de comunicación se han transformado en una multiplicación de visiones del mundo. Pone así en crisis la concepción de Adorno que prevé un control de la sociedad de masas. Las minorías han tenido oportunidad de exponer su palabra, considerando además que esta puesta en escena de las minorías no ha tenido como correlato una mayor emancipación del hombre. En el mercado se compran y venden informaciones , palabras, que se lanzan para saciar la voracidad de los consumidores. Los discursos de estas minorías también se convierten en objeto de comunicación a transarse en el mercado. Los medios serían en este sentido el paso directo hacia la posmodernidad. La gigantesca pluralización que se imprime en esta nueva lectura del mundo y su acontecer parece ser el ritmo de la posmodernidad. Cuando parecía vislumbrarse una sociedad homogénea reflejada en las publicaciones mediáticas, fueron los mismos medios los que contribuyeron a construir lo real en una representación fragmentada, discontinua, posmoderna...

Tesis: En la sociedad de los media en lugar de un ideal encaminado modelado de una autoconciencia desplegada sin resto sobre el perfecto conocimiento de quién sabe cómo son - están las cosas. (Se este el espíritu absoluto de Hegel ó el hombre que ya no es esclavo de la ideología tal como lo piensa Marx). Se abre camino un ideal de emancipación a cuya base misma están más bien la oscilación, la pluralidad y en definitiva la erosión del propio principio de realidad.

El hombre puede entender que la perfecta libertad no es como la que plantea la filosofía iluminista. Reside entonces en conocer los principios de realidad y adecuarse a ellos. Las filosofías que entendían al hombre como sujeto de la historia y capaz de transformarla, en su afán de tanto ambicionar, parecen fundar más bien una fuente de frustración y de esclavitud del hombre. Es entonces el mismo reconocimiento de los límites de lo real y la adaptación a ese marco la que parece redundar en una liberación de nuevo tipo. El hombre es entonces históricamente acontecido. La pluralidad de las culturas la contingencia, la convivencia de lo diferente, la fragmentación hacen posible experimentar la libertad y a la vez la pertenencia y el extrañamiento en un movimiento de oscilación continua.

El ser se asocia con el evento, el consenso, el diálogo y la interpretación, Váttimo plantea a lo posmoderno como un nuevo modo de ser. Este ser que ya no es transformador de la realidad, constructor de un mundo diferente, agente de cambio o reproductor de un orden social, sino más bien un ser que se adapta e interactúa con la realidad y por su determinación.

sábado, 14 de noviembre de 2009

El autodesarrollo como respuesta



Lo individual y lo organizacional


Las posibilidades que surgen del seno de cualquier organización para el desarrollo de una persona no son ilimitadas, los planes de carrera deben responder antes a requerimientos del negocio que a expectativas personales. Manejar esta tensión es tarea que cada uno tiene abordar si aspira a un genuino crecimiento profesional.

A menudo surge como una demanda la explicitación de planes de carrera en las empresas. Éstas son organismos de la sociedad destinados a proveer bienes, servicios y obtener un márgenes de rentabilidad. Esto requiere de la prosecución de fines en un ambiente complejo, con demandas en lo social, político y con exigencias del mercado. En ese sentido no es capaz de satisfacer plenamente las exigencias de desarrollo profesional para todos sus empleados. Si se lo propone, puede crear condiciones para el desarrollo humano en el marco de la actividad que realiza y en el medio social en el que actúa. En ese sentido las posibilidades de desarrollo individual deben pensarse en el marco de la relación que se da entre el sujeto y la empresa.

El desafío en esta relación reside en el contrato psicológico que cada individuo establece con la organización. El proceso de articulación entre lo organizacional y lo individual permite que los sujetos puedan consagrarse profesionalmente al tiempo que obtengan los resultados esperados por la organización. Pero ello no se logra a través de planes de capacitación pergeñados por especialistas o por gerentes. La feliz coincidencia entre la búsqueda de desarrollo y la necesidad de aplicar competencias en los procesos de trabajo se obtiene gracias al establecimiento de estrategias y objetivos por parte de la organización y a la motivación de las personas para crecer en el marco de los desafíos que se dan en cada momento particular.

En las sociedades modernas, el desarrollo individual no depende sólo de las empresas, se modela por diversas instituciones como la familia, la escuela, los medios de comunicación, las organizaciones políticas y sociales.

Las motivaciones individuales pueden hallar sustento en diversos valores que los individuos consideran: mientras que para algunos puede ser importante el dinero, otros privilegian el prestigio basado en el conocimiento, otros en el status.

En el plano individual, el desarrollo no puede ser provisto desde afuera, reside en las motivaciones del sujeto. En este sentido, todo desarrollo es auto-desarrollo, nadie salvo uno mismo puede comprender los desafíos y tomar la iniciativa para mejorar-se.

En esta compleja relación los responsables del desarrollo organizacional fijan sus objetivos, en tanto que es responsabilidad de cada uno proyectarse en su camino. La clave reside en identificar si lo que se hace y requiere para el futuro en la organización puede brindar oportunidades para el desarrollo de talentos propios.

La comunicación y la ética


Los medios de comunicación audiovisuales son una de las expresiones de la modernidad. El proyecto de lo moderno surge con el iluminismo francés y abarca tres esferas autónomas: la ciencia, la moral, y el arte. Procuraba el enriquecimiento de la vida cotidiana con el empleo de una cultura especializada, “organización racional de la cotidianeidad social”. Sin embargo en el siglo XX esta cerrada autonomía manejada por especialistas se preservó escindida de lo cotidiano.El proyecto de lo moderno –Habermas- en el siglo XVIII se sustentaba en el desarrollo de una ciencia objetiva una moral universal y un arte independiente, al mismo tiempo proponía una racionalidad cognoscitiva-instrumental, una racionalidad moral-práctica, y otra racionalidad estético-expresiva.El cine es un producto de la modernidad, le confirió potencialidad de desarrollo a la dimensión de racionalidad estético-expresiva. Un sinnúmero de producciones sustentadas por una producción discursiva con fundamento filosófico, posicionamiento político, y visiones críticas de la realidad social han llegado al campo popular gracias al cine, paradójicamente y en correlato con las contradicciones sociales, el cine también es un producto de la sociedad de masas. Sirvió a gobiernos totalitarios y al gran negocio hollywoodense, paradigma de masificación. Desde las comedias románticas de los años 50’s a los thrillers de los 90’s, o el cine que muestra las miserias del mundo como en "La fiebre del oro”(Chaplin 1925), “Tiempos modernos” (Chaplin 1927). En estas obras se combina entretenimiento y humanismo una misma producción de sentido, digna del pensamiento filosófico del iluminismo capaz de hacer llegar gran parte de la sociedad una mirada que expresa los problemas sociales de un momento histórico. Provocadora y sensible a su época.No son pocos los que han cumplido con esta misión ética de la modernidad, movilizados por miradas críticas e innovadoras que cuestionaron lo políticamente correcto. El cine como espejo crítico que muestra los dilemas del sujeto desde casi todos los ángulos posibles ¿Cómo dejar de lado este compromiso? ¿Cómo es posible eludir este legado? La libertad de expresiónPero no todas las producciones defienden los mismos valores ni van en la misma dirección. Documentales y películas que reivindican hechos que hoy representan una verdadera vergüenza en la historia de la existencia humana. Me refiero a aquellas obras que sirvieron de propaganda al totalitarismo. El dilema moral aquí planteado se debate entre los valores de la libertad de expresión y la defensa de la opinión pública. Entre los pensadores del siglo XIX, John Stuart Mill, consideraba que la libertad de pensamiento y discusión son esenciales para una sociedad abierta y tolerante. Sobre las opiniones, por más controvertidas e inicuas que parezcan, deben ser escuchadas y debatidas porque es la única manera de salir del error.Para Stuart Mill la aproximación a la verdad emerge de la concurrencia de los diversos puntos de vista. La expresión de las aspiraciones de los miembros de la sociedad civil contribuye a su propio desarrollo. La publicación del “error” debe estar tan protegida como lo que se supone verdadero.Como contrapartida la teoría de la responsabilidad social sostiene que los medios de comunicación deben aceptar y cumplir determinadas obligaciones con la sociedad. Sobre todo proporcionar información exacta y con una clara referencia al lugar desde el cuál se dicen las cosas. Cuál es el sistema de creencias que da soporte a la producción de información. Además de una regulación que garantice las condiciones de pluralidad y acceso a la información, los medios de comunicación también deben autorregularse para obtener mayor credibilidad. Los medios de comunicación deben evitar todo aquello que induzca al delito, la violencia, o bien que resulte ofensivo para las minorías étnicas o religiosas. La pluralidad de voces tiene que ser reflejadas en este complejo mundo complejo y diverso. La sociedad civil tiene derecho a demandar de los medios, calidad en la información, sin el recurrente uso de la manipulación. Lamentablemente, es en nombre de estos dos principios, el de la libertad de expresión y el de la responsabilidad civil, es que se han justificado lo hechos más aberrantes, como la defensa de los crímenes ejecutados por la dictadura, la censura y la coacción (en nombre del aseguramiento del bien público)Por ejemplo, los medios brindaron información muy parcializada sobre los conflictos de Kraft y de los trabajadores de subterráneos. El eje del conflicto parecía estar centrado sólo en las dificultades para viajar que originó el paro. Poco y nada se dijo sobre la cadena de elusiones y transgresiones legales, en las que incurrieron tanto la autoridad administrativa como los empleadores. No hay ley, ni teoría, que pueda garantizar justicia y el acceso que todo ciudadano tiene a la información y también a opinar con libertad. Son principios todos por los cuales, los ciudadanos, esos "realizadores" de la sociedad civil deben velar permanentemente, participando para no ser objeto de manipulación.